El origen de esta reflexión está en un encargo que la Asociación Susterra me
hizo para una jornada que estaba organizando, octubre de 2015: Calle,
comunidad y relación. Vínculos de proximidad como clave para el éxito.
Así que voy a empezar agradeciendo, fue una responsabilidad y una gran
oportunidad, como la vida misma.
Lo que voy a comentar aquí no es un discurso teórico sacado de la reflexión y
el estudio de autores, años y años buceando en textos…. Es fruto de mi
experiencia profesional, y de la reflexión compartida con muchas personas a lo
largo de estos años. Sencillamente voy a contar un poco de mi experiencia
de unos cuantos años.
He trabajado tiempo de educadora, sin embargo, nada es casual, siempre he
tenido la cabeza y el corazón en lo que les pasaba a nivel personal, a nivel de
salud, a las personas con las que estaba. De la psicologia a la intervención
social, y en la intervención social con mirada psico, con mirada emocional. Lo
picosocial, psicoeducativo, que curiosamente ahora está sobre la mesa (como
nunca jornadas y talleres, encuentros en los que sale esta palabra). Y todo
esto situado en los barrios, en los contextos, en la comunidad.
Voy a hablar de los procesos que hacemos con las personas que viven
situaciones de vulnerabilidad social, exclusión social. Y de los procesos que
tienen que ver con lo personal, con reconstruir su historia, con lo psicoeducativo,
psico- social, cercano a lo terapeútico en cuanto a estar mejor,
recuperar salud, posibilidad, fuerza, futuro. bienestar, recuperar mi historia de
tal manera que no sea bloqueo, sino impulso.
Tener en cuenta su historia vital y su momento actual, para seguir en la vida
con otra mirada, CON OPORTUNIDAD DE CAMBIO.
Y quiero hablar de este trabajo individual y grupal de reconstrucción, teniendo
en cuenta los contextos como «sanadores» también.
Las personas.
Estamos con personas que tienen experiencias de daño, ruptura
emocional…que en muchos casos conlleva el título de enfermedad mental.
Tienen mucha ausencia, de referentes adultos, de límites, orden, ritmo, de
tranquilidad en casa, ausencia de capacidad de frustración, de estímulos y
refuerzo, de experiencias de éxito, de refuerzo social, de éxito en lo escolar, en
las relaciones, de relaciones de igualdad…de respeto y de respetar…. y
mucha presencia.
Grandes supervivientes, fuerza, capacidades, ganas de
cambio y mejora (aunque a veces muy oculta), risa, disfrute, agradecimiento
aunque no expreso, emoción a tope, crisis y conflicto, angustias, violencia,
alegría, humor… . Creo que a veces no vemos ninguna de estas dos
dimensiones, solo vemos conductas que no son legales, adecuadas, que no
se corresponden con lo que se espera, que rompen con el estatus quo, …..que
molestan al vecindario, a los recursos..
Las personas profesionales necesitamos estar PRESENTES PARA PODER
VERLES, SENTIRLES. Para poder trabajar sus ausencias a través de su
presencia y de la nuestra. Y para nosotras/os estar presentes necesitamos de
emoción, no sólo de cabeza.
Nuestra profesionalidad, para mi, se basa en un
buen equilibrio a este nivel. En esta tensión, emoción es donde, en mi opinión y
experiencia, se puede producir un encuentro significativo. Y desde luego, sólo
desde aquí una posibilidad de cambio.
También nosotras/os profesionales tenemos que apropiarnos de lo que
hacemos.
Parece que sólo los protocolos de items recogen el trabajo. Pues no.
Protocolicemos desde lo cualitativo, con rigor y responsabilidad.
¿Cómo es este tejer fino?
Es un ESTAR QUE TIENE QUE VER con:
Estoy con una persona que tiene su historia, su dificultad y su posibilidad. Y
que tiene derecho a tener su historia.
Con una persona que igual no ha tenido ninguna experiencia de relación
significativa en la que se le ha recogido como otro/a .
Cuido que establezca una relación de confianza, me doy tiempo para ello,
porque en cada caso es único, para a partir de ahí establecer una relación y
hacer un proceso psicoeducativo.
Me muevo en sus contextos, cuido la relación, estoy presente, y la persona
se da cuenta de que para mí ella también está muy presente. En ese juego
de presencias se genera la posibilidad de poder acompañar su proceso.
Escucho, estoy muy atenta a lo que trae, a cómo se mueve,…acojo, limito,
confronto. Soy clara, honesta, le respeto. Respeto su ritmo, su necesidad,
posibilidad. Lo que quiere y puede contar y lo que no. Le devuelvo con la
distancia profesional, poniendo sobre la mesa también los límites de mi
trabajo. Todo no puedo y además no quiero.
Tengo en cuenta la responsabilidad. De qué se puede responsabilizar en
este momento? No pido lo que no se puede y si lo que creo que puede aquí
y ahora. Tu de que te responsabilizas? Yo de esto…Yo también me
responsabilizo de lo mío.
Respeto sus tiempos y lo que me cuenta, o su silencio.
Tengo delante la cuestión de la igualdad mujeres y hombres, tengo en
cuenta el machismo estructural vigente, y cómo son estos procesos en el
marco de la vulnerabilidad y exclusión. En qué contextos viven estas
mujeres, sus pluses, cual ha sido su modelo. Las mujeres. Respiro, me
enfado, acepto y a seguir. Los microcambios.
Me planteo estrategias para ver cómo comunicarme, cómo acercarme,
como mantener algunas distancias para no confluir . Para seguir siendo 2
personas en relación con roles diferentes y viviendo momentos únicos
Detrás de cada encuentro hay un plan de trabajo, un proyecto. Una
hipótesis de trabajo y unos objetivos que quiero conseguir. Hay método y
técnica. No es un tema de buenismos.
Es algo complejo y emocionante.
“Es un trabajo fino de equilibrios”. “Crear redes de relaciones. Poética de la
proximidad” (Silvia Navarro. Perspectiva relacional).
ESTAR para trabajar estas presencias y ausencias. Con-tacto.
Los procesos. Los tiempos, los protocolos…
Un ejemplo, ¿cuánta rehabilitación necesita una persona después de una
operación a corazón abierto??? Tiempo no??’ ¿Por qué en lo emocional,
personas que están haciendo procesos duros profundos, porque vienen de
experiencias básicas de mucha ausencia, porque nuestra realidad social es
injusta, que no son culpables de lo que les pasa (sólo responsables de su vida),
tienen que hacer un proceso en 6 meses/2 años.. Cuando llevan 25, 14 o 35
años viviendo de esa manera tan sobreadaptada?
Marquemos plazos, por supuesto, pero….y Seamos personas, seamos
personas serias, seamos personas profesionalmente competentes. Diseñemos
procesos evaluables por supuesto, esa es una de nuestras responsabilidades,
pero que el cumplimiento de nuestras herramientas no rompa la esencia.
Y esto trabajando Los contextos y en red. no sólo con los recursos
especializados que tienen que ver con «el caso», trabajemos lo comunitario, en
la comunidad.
Hacer estos procesos personales y grupales y hacerlos también teniendo en
cuenta el entorno. Como un circo de 3 pistas.
También la comunidad como generadora de procesos de presencias y
ausencias.
Yo hago el trabajo psicoeducativo, y tú eres la psiquiatra, tú el maestro de la
niña, y tú de la asociación de mujeres en las que vamos a intentar que participe
o del huerto urbano de su barrio…. Una manera de contar que si, yo estoy
trabajando en lo emocional, pero que como participe en el huerto urbano, lo
petamos… Esto si que es red, red que sostiene y que nutre.
La imagen que me
viene es la de onda concéntrica pero sería con gafas 3d.
Sobre el trabajo en red llevamos muchos años y años… Nos cuesta trabajar en red. Igual es que no sabemos, igual es que no queremos, igual es todo… Pues no hay otra manera de trabajar con calidad, Si que está en nuestros programas y en muchas ocasiones diseñamos las líneas de intervención en red. Es mejorable como todo, y creo que en algunas ocasiones si que nos falta diseño, implementación con reparto de responsabilidades y evaluación desde esas responsabilidades. Visión de proceso global, y que justo en esa visión y en el trabajo desde esa visión está el logro de los objetivos, la mejora de la calidad de vida de las personas con las que estamos, y el cambio social??? Para mi también.
Sobre el trabajo en red llevamos muchos años y años… Nos cuesta trabajar en red. Igual es que no sabemos, igual es que no queremos, igual es todo… Pues no hay otra manera de trabajar con calidad, Si que está en nuestros programas y en muchas ocasiones diseñamos las líneas de intervención en red. Es mejorable como todo, y creo que en algunas ocasiones si que nos falta diseño, implementación con reparto de responsabilidades y evaluación desde esas responsabilidades. Visión de proceso global, y que justo en esa visión y en el trabajo desde esa visión está el logro de los objetivos, la mejora de la calidad de vida de las personas con las que estamos, y el cambio social??? Para mi también.
Me sale que nos toca una de respetarnos más a nosotras/os mismas/os, y a las
personas con las que trabajamos.
En un tiempo gris nos hemos mimetizado, y lo que es peor nos justificamos con
ello.
Ya cansada, cansados de caer en esa espiral de todo está mal, ¿la
responsabilidad ??…quien hace las políticas sociales, quien las gestiona, el
tercer sector…. Todo abstracto.
Estoy muy cansada de compartir discurso con personas y entidades y que
luego en los ámbitos en los que puedo incidir para algún pequeño/gran cambio,
nada de nada. Discursos huecos, mucha palabra y muy poca acción en
consecuencia. Muy poca presencia.
Bueno siento como una invitación a buscar maneras sólidas, creativas,
estratégicas, coherentes, humanas, desde la humildad y la curiosidad, éticas,
con humor, desde la posibilidad, justas, sensibles, profesionales, de calidad
técnica, emocionantes… Con presencia. Mila Esker.