martes, 29 de marzo de 2016

DE PRESENCIAS Y AUSENCIAS

 El origen de esta reflexión está en un encargo que la Asociación Susterra me hizo para una jornada que estaba organizando, octubre de 2015: Calle, comunidad y relación. Vínculos de proximidad como clave para el éxito. Así que voy a empezar agradeciendo, fue una responsabilidad y una gran oportunidad, como la vida misma. Lo que voy a comentar aquí no es un discurso teórico sacado de la reflexión y el estudio de autores, años y años buceando en textos…. Es fruto de mi experiencia profesional, y de la reflexión compartida con muchas personas a lo largo de estos años. Sencillamente voy a contar un poco de mi experiencia de unos cuantos años. 
He trabajado tiempo de educadora, sin embargo, nada es casual, siempre he tenido la cabeza y el corazón en lo que les pasaba a nivel personal, a nivel de salud, a las personas con las que estaba. De la psicologia a la intervención social, y en la intervención social con mirada psico, con mirada emocional. Lo picosocial, psicoeducativo, que curiosamente ahora está sobre la mesa (como nunca jornadas y talleres, encuentros en los que sale esta palabra). Y todo esto situado en los barrios, en los contextos, en la comunidad.
 Voy a hablar de los procesos que hacemos con las personas que viven situaciones de vulnerabilidad social, exclusión social. Y de los procesos que tienen que ver con lo personal, con reconstruir su historia, con lo psicoeducativo, psico- social, cercano a lo terapeútico en cuanto a estar mejor, recuperar salud, posibilidad, fuerza, futuro. bienestar, recuperar mi historia de tal manera que no sea bloqueo, sino impulso. Tener en cuenta su historia vital y su momento actual, para seguir en la vida con otra mirada, CON OPORTUNIDAD DE CAMBIO.
 Y quiero hablar de este trabajo individual y grupal de reconstrucción, teniendo en cuenta los contextos como «sanadores» también. Las personas. Estamos con personas que tienen experiencias de daño, ruptura emocional…que en muchos casos conlleva el título de enfermedad mental. Tienen mucha ausencia, de referentes adultos, de límites, orden, ritmo, de tranquilidad en casa, ausencia de capacidad de frustración, de estímulos y refuerzo, de experiencias de éxito, de refuerzo social, de éxito en lo escolar, en las relaciones, de relaciones de igualdad…de respeto y de respetar…. y mucha presencia.
 Grandes supervivientes, fuerza, capacidades, ganas de cambio y mejora (aunque a veces muy oculta), risa, disfrute, agradecimiento aunque no expreso, emoción a tope, crisis y conflicto, angustias, violencia, alegría, humor… . Creo que a veces no vemos ninguna de estas dos dimensiones, solo vemos conductas que no son legales, adecuadas, que no se corresponden con lo que se espera, que rompen con el estatus quo, …..que molestan al vecindario, a los recursos..
 Las personas profesionales necesitamos estar PRESENTES PARA PODER VERLES, SENTIRLES. Para poder trabajar sus ausencias a través de su presencia y de la nuestra. Y para nosotras/os estar presentes necesitamos de emoción, no sólo de cabeza.
 Nuestra profesionalidad, para mi, se basa en un buen equilibrio a este nivel. En esta tensión, emoción es donde, en mi opinión y experiencia, se puede producir un encuentro significativo. Y desde luego, sólo desde aquí una posibilidad de cambio. También nosotras/os profesionales tenemos que apropiarnos de lo que hacemos. Parece que sólo los protocolos de items recogen el trabajo. Pues no. Protocolicemos desde lo cualitativo, con rigor y responsabilidad. ¿Cómo es este tejer fino? Es un ESTAR QUE TIENE QUE VER con:

Estoy con una persona que tiene su historia, su dificultad y su posibilidad. Y que tiene derecho a tener su historia. Con una persona que igual no ha tenido ninguna experiencia de relación significativa en la que se le ha recogido como otro/a . Cuido que establezca una relación de confianza, me doy tiempo para ello, porque en cada caso es único, para a partir de ahí establecer una relación y hacer un proceso psicoeducativo. Me muevo en sus contextos, cuido la relación, estoy presente, y la persona se da cuenta de que para mí ella también está muy presente. En ese juego de presencias se genera la posibilidad de poder acompañar su proceso. Escucho, estoy muy atenta a lo que trae, a cómo se mueve,…acojo, limito, confronto. Soy clara, honesta, le respeto. Respeto su ritmo, su necesidad, posibilidad. Lo que quiere y puede contar y lo que no. Le devuelvo con la distancia profesional, poniendo sobre la mesa también los límites de mi trabajo. Todo no puedo y además no quiero. Tengo en cuenta la responsabilidad. De qué se puede responsabilizar en este momento? No pido lo que no se puede y si lo que creo que puede aquí y ahora. Tu de que te responsabilizas? Yo de esto…Yo también me responsabilizo de lo mío. 
Respeto sus tiempos y lo que me cuenta, o su silencio. Tengo delante la cuestión de la igualdad mujeres y hombres, tengo en cuenta el machismo estructural vigente, y cómo son estos procesos en el marco de la vulnerabilidad y exclusión. En qué contextos viven estas mujeres, sus pluses, cual ha sido su modelo. Las mujeres. Respiro, me enfado, acepto y a seguir. Los microcambios. Me planteo estrategias para ver cómo comunicarme, cómo acercarme, como mantener algunas distancias para no confluir . Para seguir siendo 2 personas en relación con roles diferentes y viviendo momentos únicos
Detrás de cada encuentro hay un plan de trabajo, un proyecto. Una hipótesis de trabajo y unos objetivos que quiero conseguir. Hay método y técnica. No es un tema de buenismos. 
Es algo complejo y emocionante. “Es un trabajo fino de equilibrios”. “Crear redes de relaciones. Poética de la proximidad” (Silvia Navarro. Perspectiva relacional). ESTAR para trabajar estas presencias y ausencias. Con-tacto. Los procesos. Los tiempos, los protocolos… Un ejemplo, ¿cuánta rehabilitación necesita una persona después de una operación a corazón abierto??? Tiempo no??’ ¿Por qué en lo emocional, personas que están haciendo procesos duros profundos, porque vienen de experiencias básicas de mucha ausencia, porque nuestra realidad social es injusta, que no son culpables de lo que les pasa (sólo responsables de su vida), tienen que hacer un proceso en 6 meses/2 años.. Cuando llevan 25, 14 o 35 años viviendo de esa manera tan sobreadaptada?
 Marquemos plazos, por supuesto, pero….y Seamos personas, seamos personas serias, seamos personas profesionalmente competentes. Diseñemos procesos evaluables por supuesto, esa es una de nuestras responsabilidades, pero que el cumplimiento de nuestras herramientas no rompa la esencia. Y esto trabajando Los contextos y en red. no sólo con los recursos especializados que tienen que ver con «el caso», trabajemos lo comunitario, en la comunidad. Hacer estos procesos personales y grupales y hacerlos también teniendo en cuenta el entorno. Como un circo de 3 pistas. También la comunidad como generadora de procesos de presencias y ausencias. Yo hago el trabajo psicoeducativo, y tú eres la psiquiatra, tú el maestro de la niña, y tú de la asociación de mujeres en las que vamos a intentar que participe o del huerto urbano de su barrio…. Una manera de contar que si, yo estoy trabajando en lo emocional, pero que como participe en el huerto urbano, lo petamos… Esto si que es red, red que sostiene y que nutre.
 La imagen que me viene es la de onda concéntrica pero sería con gafas 3d.
 Sobre el trabajo en red llevamos muchos años y años… Nos cuesta trabajar en red. Igual es que no sabemos, igual es que no queremos, igual es todo… Pues no hay otra manera de trabajar con calidad, Si que está en nuestros programas y en muchas ocasiones diseñamos las líneas de intervención en red. Es mejorable como todo, y creo que en algunas ocasiones si que nos falta diseño, implementación con reparto de responsabilidades y evaluación desde esas responsabilidades. Visión de proceso global, y que justo en esa visión y en el trabajo desde esa visión está el logro de los objetivos, la mejora de la calidad de vida de las personas con las que estamos, y el cambio social??? Para mi también. 
Me sale que nos toca una de respetarnos más a nosotras/os mismas/os, y a las personas con las que trabajamos.
 En un tiempo gris nos hemos mimetizado, y lo que es peor nos justificamos con ello. Ya cansada, cansados de caer en esa espiral de todo está mal, ¿la responsabilidad ??…quien hace las políticas sociales, quien las gestiona, el tercer sector…. Todo abstracto. Estoy muy cansada de compartir discurso con personas y entidades y que luego en los ámbitos en los que puedo incidir para algún pequeño/gran cambio, nada de nada. Discursos huecos, mucha palabra y muy poca acción en consecuencia. Muy poca presencia. Bueno siento como una invitación a buscar maneras sólidas, creativas, estratégicas, coherentes, humanas, desde la humildad y la curiosidad, éticas, con humor, desde la posibilidad, justas, sensibles, profesionales, de calidad técnica, emocionantes… Con presencia.  Mila Esker.