Esta semana, desde ALDARRIKATU, os proponemos
como lectura imprescindible este magnífico manual de reciente
publicación (Editorial UOC, 2011) de José Ramón
Ubieto. El autor, Psicólogo clínico y Profesor de la
Universidad Oberta de Catalunya, nos advierte de los
diferentes usos de la red, centralizando su propuesta en la
construcción del caso, en el sujeto.
Por otra parte, Ubieto conjuga muy bien el saber
de la práctica en intervención social con el saber académico, como
profesor de la UOC. Este fue uno de los debates que se
generaron en el pasado Congreso Estatal de Educación Social de
Valencia 2012: reducir la fractura entre el mundo académico y el
profesional, de manera que tanto unos como otros salgamos ganando,
aprendamos y hagamos posible una formación más adecuada a la
realidad de la intervención social y la Educación Social en
nuestros días. Es por esto que consideramos que esta lectura atiende
a la virtud de lo contemporáneo y responde elocuentemente a las
necesidades mostradas por un amplio espectro de las personas que nos
dedicamos a la Intervención Social en la actualidad.
Esperamos que sea de vuestro agrado, interés
y ayuda.
Los casos no existen per se, existen los expedientes
que recogen las informaciones sobre el sujeto y su familia, la
cronología de las actuaciones, pero eso no basta para captar la
lógica del caso.
Necesitamos construir el caso a partir de
un saber que ponga el foco en esa lógica, partiendo de la
formulación de hipótesis interpretativas de los fenómenos
observados y de las posiciones subjetivas, las de los diversos
miembros de la familia y las nuestras mismas, como profesionales que
interactuamos con ellos.
Para encontrar ese hilo conductor hay que aceptar
que cada caso es único, singular, a pesar de todos los rasgos
comunes que pueda tener con otros. El método de la construcción del
caso, que hemos puesto a prueba en los casos presentados propone una
serie de casos como forma evaluativa del trabajo en red, proceso más
acorde con la naturaleza de nuestra tarea ya que parte del propio
sujeto como el primero que construye su caso como una defensa frente
a ese real que le desborda (violencia, ruptura, fracaso,
exclusión).
Esa construcción original, que tomamos como su
invención, es nuestro punto de partida, no para asumirla
acríticamente, sino para confrontar a ese sujeto con sus dichos y
sus actos. Esa operación sólo es posible si previamente hemos
sido capaces de establecer un vínculo transferencial que
permita que nuestra palabra encuentre algún eco en el propio sujeto
atendido.
GIZARTE HEZITZAILEAK
ALDARRIKATU
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